¿Cómo influye el sueño en el aprendizaje?

Dormir bien es clave para que el cerebro descanse, se recargue de energía y funcione correctamente durante el día. Por eso, el sueño es fundamental para el desarrollo, el aprendizaje y el buen rendimiento en la escuela. Según la Academia Americana de Medicina del Sueño, los niños y adolescentes necesitan entre 8 y 10 horas de sueño cada noche.

Sin embargo, muchos niños y jóvenes tienen dificultades para dormir bien. A veces les cuesta quedarse dormidos o duermen poco. Esto puede deberse a distintos motivos, como enfermedades, el uso excesivo de pantallas por la noche, rutinas poco saludables o problemas emocionales como el estrés o la tristeza, entre otros.

Cuando no se duerme lo suficiente o el sueño no es de buena calidad, el cuerpo y la mente lo sienten: hay más sueño durante el día, cambios de humor, falta de atención, impulsividad, problemas para tomar decisiones y pueden olvidarse cosas fácilmente. Todo esto puede afectar el aprendizaje y el rendimiento escolar.

Algunos trastornos del sueño frecuentes en la edad escolar son:

  • Insomnio infantil: dificultad para quedarse dormido o mantener el sueño durante la noche.
  • Apnea del sueño: pausas en la respiración mientras se duerme,que se pueden acompañar de ronquidos fuertes y regulares y un sueño más inquieto,. más común en niños con sobrepeso o amígdalas grandes.
  • Síndrome de piernas inquietas: necesidad de mover las piernas al acostarse, lo que interfiere con el sueño.
  • Mala higiene del sueño: uso de pantallas antes de dormir, horarios irregulares o rutinas inadecuadas.

Dormir bien ayuda a fijar lo que aprendemos durante el día en la memoria, mejora el desarrollo de habilidades, la concentración y el rendimiento escolar. Mientras dormimos, el cerebro fortalece las conexiones que nos permiten aprender y recordar mejor.

¿Y qué pasa con la epilepsia?

El sueño y la epilepsia están muy relacionados. Algunas crisis pueden ocurrir durante la noche, y no dormir bien puede aumentar el riesgo de que ocurran. Además, algunos medicamentos para la epilepsia pueden alterar el sueño. Por eso, tener buenos hábitos de descanso es una parte muy importante del tratamiento de la epilepsia.

Los niños y adolescentes con epilepsia pueden tener más dificultades para aprender, debido a una combinación de factores: el tipo de epilepsia, aspectos emocionales, familiares, escolares y sociales.

Recomendaciones para dormir mejor (higiene del sueño):

  • Mantén horarios fijos para dormir y despertar: incluso los fines de semana. Esto ayuda a que tu cuerpo se acostumbre y sea más fácil dormir y despertar.
  • Apaga las pantallas al menos una hora antes de dormir: la luz de celulares, tablets o computadores afecta la producción de melatonina, que es la hormona del sueño.
  • Prepara un ambiente ideal para dormir: la pieza debe estar tranquila, oscura, sin ruidos y con una temperatura agradable.
  • Crea una rutina relajante antes de acostarte: puede ser bañarse con agua tibia, leer un cuento, escuchar música suave o hacer actividades tranquilas. Esto le avisa al cuerpo que es hora de descansar.
  • Evita siestas largas o muy tarde: si vas a dormir siesta, que no sea más de 20-30 minutos y ojalá antes de las 3 de la tarde.
  • Cuida la alimentación y haz ejercicio: evita bebidas con cafeína y comidas pesadas en la noche. Hacer ejercicio durante el día también ayuda, pero no justo antes de dormir.
  • Organiza tus tareas escolares: trata de no trasnochar para hacer trabajos. Dormir bien te ayudará a rendir mejor.
  • Consulta con un profesional si hay señales de mal dormir: como ronquidos fuertes, despertares frecuentes o mucho sueño durante el día.

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